Sueños Con Características Hollywoodescas

Hacía tiempo que no recordaba dos sueños tan de corrido. El anterior de los ancianos y el que le siguió al próximo día que contaré a continuación. Lo curioso de este sueño fue su desarrollo, estilo típica película de misterio de Hollywood. No me parece que exista una como esa así que quizás esto fue un regalo que se me otorgó para entrar al mercado.

El sueño comenzó en un lugar familiar. Me encontraba en la residencia de mis abuelos maternos. Un lugar que conozco bien, pero no había nadie que conociera. No estaban familiares, ni conocidos. Me encontraba en uno de los pasillos y a mi lado había un hombre con una cámara, a su lado había otro hombre. De pronto la puerta del baño se abre y había un hombre desnudo, colgado del riel de la cortina de la ducha. De pronto es como si le hubieran dado acelerado la cinta y nos encontráramos en el otro cuarto y el otro hombre al lado del de la cámara estaba muerto tirado en la cama. No se veía quien los mataba, solo una sombra y una brisa rápida. El mismo proceso sucede y nos encontramos en otra recámara y ahora era el camarógrafo el que estaba muerto tirado junto a su cámara.

Mi primera reacción en ese momento era salir corriendo hacia fuera de la casa, y cuando salgo esta entrando un carro con dos muchachas las cuales no me parece conocer. Es en ese momento que me percato que en el sueño yo soy una mujer. Estabamos en la entrada de la casa mirando hacia la terraza cuando vemos un hombre de espaldas. Nos acercamos a verle y mientras nos acercábamos, el hombre se voltea y tenía la cara pintada de blanca y negra. No podía precisar si era una careta ó era pintura, pero mientras nos acercábamos, el iba desapareciendo hasta que se evaporó en su totalidad.

Las otras chicas y yo volvimos a entrar en la casa. Nuevamente era como si todo fuera una película y adelantaran la cinta. Entonces nos encontrábamos en la sala y una de las muchachas esta tirada muerta en el sofa. Quedábamos dos y de momento quedaba yo nada más y la otra simplemente desapareció. Estaba en la recámara principal de la casa, que tenía una puerta hacía la terraza. Al abrir la puerta estaba el hombre con la cara pintada como encendido en fuego matando a la muchacha que había desaparecido. En ese momento se enfureció porque no pudo terminar. Lo interrumpí, lo encontré antes de terminar. Entro en la recámara donde estaba y se me pega. Me comienza a decir quien es. Que era un ser no vivo, que estaba en el proceso de transformarse a humano para poder cumplir con su misión y que yo era el último paso que necesitaba conquistar. En otras palabras yo era lo único que se interponía en su camino para cumplir con su plan. Por supuesto, comenzó un forcejeo que más que otra cosa parecía ridículo ya que a los otros mató con tal facilidad.

Es aquí donde termina mi sueño. Nunca vi que sucedió al final. No se si ganó, no se si gané, no se si ambos perdimos. No le he encontrado una definición completa persé, pero si hay algo cuyos rasgos me sincronizan de alguna manera. El hombre de la cara pintada, me recuerda al personaje de The Crow, el cual a la vez es mi animal de poder. Seguro pudo haber algo más pero esto es todo lo que recuerdo del sueño.

Si tuviera que darle una definición a lo que me parece puede representar, es como mi lado oscuro. Yo siendo el protagonista y el asesino. Yo contra mi mismo. Una competencia por ver cual lado será el que persevere. Y todo aquel que se encuentre entre medio sufrirá consecuencias irreparables ya que esta búsqueda interna, es una guerra fría que necesita un líder. Quizás la mujer que era yo, representa mi lado dócil, mi personalidad actual, versus el ente Corvis cuyo paso es uniforme con la egoista búsqueda de poder personal. A fin de cuentas, ninguno a ganado, ambos siguen batallando por dominio de esta vida mia y por consecuencia es que el sueño no tuvo un final persé. Aun estan batallando.

Siempre le he dicho a las personas de confianza que a veces siento como si hubiera un monstruo dentro de mi, que aguarda con paciencia el momento de salir hacia afuera. Que es lo opuesto a mi y quiere lo que yo quiero y no me atrevo a obtener. Es mi antimateria, es mi doble sombra. Por un tiempo pensaba que era puras imaginaciones mías, y que mientras más lo decía más lo exageraba. A veces pienso que quizás aunque me parecía que me lo inventé, simplemente no sabía que realmente si lo tenía dentro. La pregunta a hacer es, si es verdad esto, ¿cuál sera el catalítico que lo haga salir? ¿Qué me deparará el futuro? Sigo viendo dos caminos, sigo acercándome a la encrucijada, y aun no veo cual es el mio. No se que pasará. No se quien ganará.